Bate récord Guinnes tras coleccionar 2.437 caballos

 Con una sonrisa que no se puede ocultar, Édgar Rugeles muestra el certificado de Guiness Records que lo acredita como la persona que más caballos tiene en el mundo.

“Cuando recibí el certificado, en enero de este año, sentí un orgullo grandísimo”, comenta. Y no es para menos, a
lo largo de 20 años ha logrado coleccionar 2.437 caballos, hechos en
materiales como plomo, porcelana, barro, metal y cristal.

Se trata de ejemplares que van desde 60 centímetros a 5 milímetros de
altura. Algunos son sencillos, otros muy llamativos y llenos de
colores, que han ‘galopado’ desde lugares como España, Estados Unidos,
Filipinas y París para llegar hasta las vitrinas de vidrio de la
biblioteca de Édgar, en la localidad de Suba.

“Mi favorito es el que me hizo mi hija, cuando tenía 4 años, está
hecho en arcilla”, indica y agrega que su hija Daniela, que hoy tiene 19
años, es su adoración.

Un hombre enamorado de los equinos
 “Desde que era niño ha tenido ese gusto por los caballos“, cuenta Gloria Castro, mamá de Édgar.

Cuando era un pequeño, en la finca de su padre, este arquitecto de
profesión, se deleitaba paseando en los caballos. De esa época aún
conserva la silla en la que montaba. “Luego llegué a tener algunos
caballos de verdad, pero por falta de tiempo los vendí”, relata Édgar.

La colección la empezó con un caballo que compró en
Venezuela, con el tiempo obtuvo más, hasta que un día decidió construir
una colección.

“No busco los caballos, me los topo”, dice. Según él, su colección
supera los 500 millones de pesos. Pero este bogotano no solo colecciona
caballos, también tiene relojes, monedas, billetes del mundo y
mancornas.

El récord

El hacerse acreedor del
título como la persona que más tiene caballos en el mundo no fue nada
fácil. “Desde mayo de 2010 empecé a buscar el certificado. Cuando ya
había enviado los papeles, me dijeron que desde Londres -donde queda la
casa matriz de Guiness Records- vendría un juez a evaluar la colección,
pero yo tenía que correr con los gastos: casi 160 millones de pesos, y
dije que no”, cuenta Rugeles.

De esta manera, la tarea que tuvo que asumir no fue nada fácil. “Me
tocó sacarle fotos a cada caballo, uno por uno, y hacer un inventario;
para luego escriturar la colección”. Édgar peleó por tan anhelado título
con un hombre de Afganistán que posee 700 equinos, lo que le dio una
considerable ventaja.