Durante el Congreso de la Asociación Británica de Veterinarios Equinos (BEVA por sus siglas en inglés), los veterinarios especialistas en équidos pusieron el foco en la pérdida de peso, la dieta y los mecanismos para evitar o paliar la obesidad como los mejores mecanismos para prevenir la laminitis (inflamación aguda de las láminas del casco), una de las afecciones más comunes tratadas por los veterinarios equinos pero de la que aún se necesita más investigación, publicó el portal web https://www.animalshealth.es
En el congreso, celebrado a principios de septiembre, los especialistas David Rendle, experto en medicina interna equina, y Andrew Van Eps y Nicky Jarvis, discutieron las causas, el diagnóstico, el manejo y la prevención de esta afección, subrayando su fuerte conexión con el sobrepeso.
Alrededor del 90% de los casos de laminitis son endocrinopáticas, “que es lo mismo que la laminitis asociada a la pastura (a la intensidad del uso del pasto) resalta David Rendle. Lo que implica también al síndrome metabólico equino o la disfunción intermedia de la glándula pituitaria, cuya comprensión ha ayudado a prevenir la laminitis, aunque según señala el experto aún hay muchos aspectos que se desconocen.
Rendle explicó durante su intervención que la desregulación de la insulina a menudo no es tenida en cuenta en la evaluación de la laminitis cuando se advierte o se sospecha que el ejemplar presenta disfunción intermedia de la glándula pituitaria (PPID). “Si la desregularización de la insulina y la disfunción metabólica se pasan por alto en los caballos que son diagnosticados (a menudo incorrectamente) con PPID y no se implementan los cambios de manejo adecuados, el riesgo de laminitis puede persistir”, alerta el especialista en medicina veterinaria equina.
Sobre el tratamiento de la laminitis endocrinopática, Rendle concluyó que “lo central es claramente el cambio de dieta y manejo, no los productos farmacéuticos”.
Por su parte, Andrew van Eps reiteró que la clave para la prevención de la laminitis endocrinopática es la identificación temprana de los caballos en riesgo. “El manejo para reducir el riesgo de laminitis en estos casos puede incluir una combinación de control dietético, manejo del acceso a los pastos, pérdida de peso y ejercicio que puede reducir drásticamente el riesgo de desarrollo o progresión de laminitis”, determinó.
“SIEMPRE HA SIDO ASÍ Y NUNCA HA TENIDO LAMINITIS”
Nicky Jarvis explicó el grave impacto que la obesidad tiene sobre la salud del caballo. “El caballo no está solo un poco ancho, en realidad tiene ‘mala salud‘ debido a esa cantidad de grasa”, alertó en referencia a la posibilidad de minimizar el problema por parte del propietario.
“A los propietarios les encanta decir ‘pero siempre ha sido así y nunca ha tenido laminitis’, por lo que cambiar la mentalidad puede ser un trabajo complicado”, explicó la veterinaria.
Jarvis explicó su enfoque para la pérdida de peso, que tiene como objetivo bajar del 0.5% al 1% del peso corporal actual del caballo por semana alimentándolo con una ración diaria (materia seca) equivalente al 1.5% de su peso corporal.
Consciente de que la pérdida de peso en el campo puede ser difícil, ya que la ingesta no se puede cuantificar, la experta describió prácticas de manejo como el pastoreo en franjas, los bozales, los sistemas de seguimiento, el pastoreo compartido con ovejas o el pastoreo previo con caballos que están en condiciones saludables.
Además, Jarvis enfatizó las ventajas del análisis de forraje para asegurar que el heno tenga un bajo contenido de carbohidratos solubles en agua (10-12%) y los beneficios de remojarlos. Asimismo, para los animales resistentes a la pérdida de peso, a pesar del control sobre la dieta, propuso la introducción de paja de cebada de buena calidad como alternativa de forraje parcial para caballos con buenos dientes (hasta el 40% de la ración).
Por último, la experta consideró que es necesario un enfoque a largo plazo, en el que más que dietas rápidas, las personas tomen conciencia de que, por ejemplo, es normal que los caballos pierdan peso durante el invierno, por lo que no se deben sobrealimentar ya que les provocaría problemas en el periodo estival.