Entre valores y titubeos

Haras Urama
El pasado lunes visitamos el haras Urama, tras una formal invitación por
parte de la familia Ceballos y del médico veterinario Hermán Guanipa. Momento ideal para seguir anhelando por el rescate de nuestro hipismo y
con el esfuerzo de los gremios, incluyendo al Gobierno, para volver a
disfrutar de un espectáculo deportivo sin intrigas.
Cuando se analiza el panorama de los establecimientos de cría en
Venezuela, se puede determinar que resulta una industria de sumo valor
para el desarrollo del país. Tristemente, algunos se van por la etiqueta
de las apuestas.

Un informe da cuenta de que 70 haras funcionan actualmente en el ámbito
nacional. Antes habían más haras, pero hubo bajón. Sin embargo, se
presentó un leve incremento en los últimos años. Existe un promedio aproximado de 50 trabajadores directos por
establecimiento de cría. Esto implica que cerca de 3.500 familias se
benefician directamente de los haras. Eso es importante.

Sabemos que hay personas ligadas estrechamente con el Gobierno que le
agradan las carreras de caballos y el apasionante mundo de la cría del
ejemplar purasangre de carreras. Ojalá que convenzan a sus allegados
para que en definitiva se le meta la mano al hipismo venezolano.

Una vez más se producen cambios tanto en la Junta Liquidadora del
Instituto Nacional de Hipódromos (INH) y la Superintendencia Nacional de
Actividades Hípicas (Sunahip). Clarito que no han podido dar con
algunos gerentes y funcionarios eficaces para sacar adelante un ente que
cumplió 12 años sin poder liquidarse. Vamos, tomen las bridas y
arreen.   

Antonio José Medina
Columna Al Galope
Diario Líder
11-2-2012
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