Damnificados no bajan las bridas al desalojo en Hipódromo La Rinconada

Damnificados exigen sus viviendas (Cadena Capriles)
Más de 50 niños alojados en la tribuna A del Hipódromo La Rinconada
serán perjudicados si se ejecuta el desalojo de 32 familias damnificadas
no censadas, que desde agosto de 2011 viven en ese recinto convertido
en albergue, después de las lluvias de diciembre de 2010.
Precisamente,
ayer se cumplió el plazo de 72 horas –emanado de la coordinación del
refugio– para que abandonen el refugio. María Rodríguez, madre 2 niños y
también afectada, supone que las carreras hípicas impidieron que se
aplicara ayer la medida, por lo menos hasta el cierre de esta edición.

“Acudiremos
a donde sea necesario para impedir que nuestros hijos queden en la
calle. Anteriormente nos habían amenazado con quitarnos nuestros hijos
si nos negábamos a salir de manera voluntaria, pero eso no va a ocurrir.
Lo único que estamos pidiendo es que se le garantice un techo para los
más de 50 muchachos que viven en la tribuna A del Hipódromo La
Rinconada”, dijo.

A la fuerza. Creen que desde la primera hora de
hoy serán retirados a la fuerza. “Imagino que hoy no nos sacarán para
evitar un escándalo con las personas que vienen al hipódromo. De
cualquier forma no descartamos que el lunes vengan con policías y
militares”, explicó González.


Yurley Sala, por su parte, precisó que
si se ejerce ese tipo de presión acentuarán las acciones de protesta.
“No descartamos ir hasta algún consejo de protección del niño, niña y
adolescente, pues el derecho de tener una vivienda digna para nuestros
hijos está por encima de cualquier cosa. Ciertamente, no estamos
inscritos en este albergue, pero desde agosto de 2011 las familias
censadas nos recibieron sin problemas, precisamente porque ellos saben
lo que es estar sin techo”.

Los damnificados se dirigieron a la
titular de la Defensoría del Pueblo, Gabriela Ramírez, para que
intervenga en pro de las familias que ahí están alojadas. “Solicitamos a
la defensora del pueblo que nos ayude. Mi hijo, de 9 años de edad,
tiene condiciones especiales de aprendizaje. Yo no puedo trabajar porque
necesariamente debo atenderlo. Todo daño que nos hagan a nosotros se lo
hacen también a nuestros hijos”, dijo Sala.
Precisó que esta no es
la primera vez que son notificados de un posible desalojo. “Con esta es
la tercera vez. Pero en anteriores oportunidades lo habían hecho con un
simple papel. Ahora nos dijeron que utilizarán la fuerza pública, si no
nos vamos por nuestra cuenta”, denunció.

Claman seguridad.
Carmen Martínez, quien solicitó resguardo de su verdadera identidad,
aseguró que ayer en la mañana se registró un enfrentamiento entre las
bandas de las tribunas A y C dentro del albergue. “Estamos cansados de
tanta inseguridad. Esa misma que padecíamos en el barrio, ahora se
trasladó al refugio. Aquí todo el mundo sabe quiénes son los que andan
armados”. Agregó que los organismos de seguridad no hacen nada.


Asevera
que en un descuido sus objetos personales pueden desaparecer de un
momento a otro. “A mí no me ha pasado, pero conozco casos cercanos de
vecinos a los que les han robado el teléfono y dinero cuando se van a
trabajar. Es que hasta la ropa nueva te la quitan, si le ven la
etiqueta”.
Otro de los afectados, Julio Carvajal, acotó que los
damnificados han tenido que tirarse al piso por la rivalidad entre
grupos. “No queremos seguir viviendo así. Nos harían un gran favor si
las acciones de desarme empezaran por los refugios. A esta situación
debemos ponerle punto final”.

Que lo sepa el Presidente
“Queremos
que el Presidente sepa sobre los atropellos de los que somos objeto por
exigir nuestro derecho de vivienda”. Así se dirigió María González al
primer mandatario nacional. “Aquí en la tribuna A de La Rinconada las
regaderas están dañadas y las pocetas están tapadas. Tenemos
necesariamente que bañarnos con agua de pote, ya que el líquido no llega
a las tuberías. Muchas veces las comidas la tenemos que comprar entre
nosotros, pues como no estamos inscritos en el refugio, entonces no
tenemos acceso a los alimentos”.


Yusbelkis Campos, también habitante
de la tribuna A, vive con ocho miembros de su familia. “Mis padres
fallecieron y quedé a cargo de mi abuela cuando era menor de edad.
Después de que nuestra casa cedió, en el sector Gramovén de Catia, nos
vinimos para acá porque no teníamos a dónde ir. Ahora vivimos todos,
junto con mi hermana, su esposo y sus hijos. No estamos dispuestos a
irnos porque no tenemos donde vivir”.
Crédito: Daniel Palacios Ybarra
Diario El Nacional
Caracas 19-11-2012
0 0 votos
Calificación de artículo

Acerca del autor

Suscribir
Notificar de
guest
0 Comentarios
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios