Leche de yegua, fuente de salud y belleza

La leche más parecida a la humana es la de las hembras
de los caballos, un complemento alimenticio natural multifuncional, con
muchos beneficios para la salud y también para la belleza.
Tan popular es la leche de vaca que, si alguien nos dice “blanco y en
botella” le viene a la mente esta bebida, una de las más consumidas en
Occidente, pese a que la mayor parte ya se comercializa en otros
envases. Menos comunes, aunque bastante conocidas, son las leches de
cabra, oveja o búfala.
Sin embargo, a pesar de que es un alimento tradicional consumido
desde la antigüedad por sus propiedades para la salud y la belleza, es
poco conocido que la leche de la hembra del caballo es más dulce y
líquida que la de vaca, y muy rica en nutrientes y en efectos
saludables.
De hecho, la fortaleza de los pueblos mongoles era atribuida al
consumo de esta leche, que también utilizaban para cuidar sus pieles
grandes nombres de la Historia como Cleopatra y Pompea, y que la
medicina tradicional china la incluye como uno de sus remedios.
Varias formas de conservación
“Las yeguas solo dan leche en el periodo de lactancia de su cría y
tan solo ordeñamos entre uno o dos litros de leche al día durante cinco
meses al año. Esto supone que su consumo en fresco es casi imposible”,
explica a Efe, Alicia Pardo, una de las responsables de la ganadería
equina ecológica Ecolactis (www.ecolactis.es), situada en las afueras de
Madrid y pionera en España en el ordeño de yegua para la elaboración de
complejos alimenticios.
“Esta bebida se comercializa liofizada, es decir deshidratada”, según
esta experta, quien matiza que se trata de una técnica de conservación,
mediante secado a vacío y a baja temperatura, que mantiene todas las
propiedades nutricionales y organolépticas de los alimentos.
“A lo que hay que añadir la esmerada atención y alimentación de las
yeguas que explotamos y que hacen que la leche que obtenemos tenga una
alta calidad y todas las garantías sanitarias para su consumo”, según
indica la experta.
Alicia Pardo señala que su compañía efectúa distribución directa a
Estados Unidos, donde los consumidores son sobre todo de origen latino,
quienes requieren productos de una alta calidad y seguridad alimentaria y
conocen la leche de yegua “puesto que en regiones de América Central y
Sudamérica se consume de forma tradicional”.
“El caballo solo tiene un estómago cómo los humanos. La leche de
yegua, en su composición, es la más parecida a la de las mujeres”,
indica a Efe por su parte Ester Estany, ingeniera agrícola especializada
en tecnología alimentaria y propietaria de Eugamare
(www.lechedeyeguaysalud.com), una tienda especializada en la
comercialización de leche equina, situada en Barcelona.
Estany indica que “la leche fresca se puede obtener cerca de las
granjas productoras que también producen un fermentado con kéfir y leche
de yegua de caducidad corta, y algunas granjas la pasteurizan, lo que
permite comercializarla durante una semana, pero la mayor producción y
exportación es en polvo, liofilizada o concentrada, mediante evaporación
con calor”.
La ingeniera agrícola adelanta a Efe que “también se está estudiando
la posibilidad de comercializar leche de yegua congelada directamente de
la granja o en establecimientos autorizados”.
“La calidad nutricional de la leche fresca congelada y en polvo
liofilizada es la misma y la única diferencia es la percepción sensorial
al tomarla. Acostumbramos `beber´ la leche, pero ante la poca
posibilidad de obtenerla de calidad y con alto valor nutritivo, hemos de
mentalizarnos que en polvo o encapsulada son formas más segura y
nutricionales de consumirla”, señala Estany.
“Aunque se puede restaurar la leche agregándole agua mediante un
cuidadoso proceso y algunos consumidores lo hacen, es más cómodo
consumirla en polvo, agregándola en cucharaditas a las bebidas y
comidas, como el café, el té, el cacao o unas papillas, que le sirven de
vehículo, o bien en cápsulas”, recomienda Salvador Pardo, otro de los
responsables de Ecolactis.
Alimento natural y fuente de salud
“Todas las cualidades nutritivas y saludables de este producto
natural se deben a la alimentación y vida que llevan las yeguas
destinadas, tanto a la producción cárnica, cómo a la láctea”, afirma
Estany en total acuerdo con Pardo.
“Si comparamos la leche equina con otras más habituales, observamos
que se digieren y absorben mejor sus nutrientes y que sus
características nutricionales nos fortalecen y ayudan a mejorar la salud
ósea, cardiovascular y digestiva”, complementa Alicia Pardo.
Según esta productora, es un alimento natural, que contiene
inmunoglobulina A, calcio, hierro, fosforo, magnesio, vitaminas A, B1,
B2, B6, B12, C, D, E, K, ácidos grasos Omega 3 y 6, además de proteínas,
hidratos de carbono, albúmina, y otros nutrientes saludables, como
glicoproteínas, lactoserum, fosfolípidos, lactoferrina, lisozimas y
lactorepoxidasas.
“El consumo habitual de leche de yegua ayuda a mejorar la salud en
las personas convalecientes y/o con el sistema inmunitario deprimido; a
conservar la densidad ósea y mantener el colesterol en niveles
saludables; y a regenerar la flora del intestino grueso, facilitando
digestiones más completas y mejorando el tránsito intestinal”, asegura
esta profesional.
Señalando además que, “algunos
estudios científicos constatan que el consumo habitual de leche de yegua
ayuda a mejorar la salud en personas que se recuperan de tratamientos
médicos agresivos”.
Estany destaca por su parte que, entre los clientes de su tienda,
cada vez hay más personas con intolerancia a la lactosa, el azúcar
principal de las leches, y la de yegua es muy digerible para ese tipo de
enfermos, “desde hace unos años va aumentando el consumo también en los
recién nacidos que no pueden ser amamantados con leche materna”,
explica la vendedora.
Beneficios para la piel
“La leche de yegua, además de un complemento alimenticio natural
multifuncional que puede tomarse en diferentes formatos, se utiliza como
materia prima en la fabricación de cosméticos”, indica Alicia Pardo.
Según la criadora de yeguas, también se están formulando cosméticos
especialmente útiles para los afectados por determinados problemas de la
piel y se pueden adquirir jabones vegetales enriquecidos con este tipo
de leche, así como manteca de karité, agua de rosas, té verde o
caléndula, diseñados para las pieles secas, sensibles y con problemas
dermatológicos.
Crédito: Daniela Galilea
Agencia Efe
24 de febrero de 2014
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