El hipismo venezolano ha tenido grandes hombres que, con humildad y funciones no relevantes, enaltecieron a Venezuela.
Tal es el caso de Ángel María Gudiño, el recordado palafrenero oficial del hipódromo La Rinconada. Este sábado se están cumpliendo 22 años desde que el INH liquidó sus servicios luego de 59 años de trabajo. El monto fue de 92 mil bolívares por tantos años de trabajo.
De paso, él no cobró su dinero.
Por ello, reactivo este refugio para enaltecer la figura de Gudiño. Hombre olvidado que hasta su copa fue eliminada de la ruta selectiva de La Rinconada.
Nació
el 21 de septiembre de 1908. Vi su expediente que reposaba en el INH.
Inició su trabajo el 23 de marzo de 1934 en el hipódromo de El Paraíso
ganando apenas 8 bolívares por reunión.
Ya en sus últimos años de trabajo cuando arrastraba sus pasos por los rincones de La Rinconada, el gran Gudiño presentó trastornos mentales y al final desapareció.
Sus
familiares presentaron la denuncia ante el Cicpc el 15 de octubre de
1996. Pasaron los años y los años. Más nunca se supo del paradero de
Ángel María.
Tomó las bridas de Viviani, Senegal, Caimán,
Gradisco, El Chama, Gelinotte, entre otros; y los llevó hasta el paddock
de ganadores.
Estos hombres emblemáticos jamás pueden apartarse de la historia. Por el hecho de tener un cargo de pocos intereses, pero lleno de humildad; se colocó a un lado. No podemos olvidarlo a este noble ser humano. Fue un rostro que fortificó la pasión que llevamos todos en la sangre.
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