#Hipismo | Víctor Espinoza ha vencido prejuicios para ser un jinete del Salón de la Fama

Para muchos deportistas, el llegar al Salón de la Fama de
sus respectivas disciplinas, significa la culminación de una carrera
legendaria.  Pero para el jinete mexicano Víctor Espinoza, quien la
semana pasada fue elegido como nuevo miembro del Salón de la Fama del
Museo Nacional de las Carreras de Caballos de Estados Unidos, esta
distinción es algo que lo exige más. Sus tres victorias en el Kentucky
Derby y una Triple Corona  parecería que fuese suficiente pero no para
él. 

“Ahora que estoy [adentro del Salón], creo que me
van a poner más presión porque van a decir ‘miren a ese jinete famoso,
tiene que ganar todas las carreras’”, dijo entre carajadas Espinoza a
HOY Deportes. “[Pero por] eso es que uno trabaja tanto, para poder
llegar a las metas”. 
El originario de Tulacingo, Hidalgo, de 44 años de edad,
aún no piensa en el retiro, pero le gustaría añadir a su legado con un
triunfo más en el Kentucky Derby, la cual es considerada como la justa
del hipismo más prestigiosa en EE.UU.
“Crían miles y
miles de caballos con el sueño de ganarlo. De tantos que crían cada año,
nada más 20 califican para la carrera” comentó el jinete.    
    
Este
6 mayo en la edición 143 dela carrera, Espinoza tratará dar el primer
paso hacia su nueva meta a bordo de Gormley, el pura sangre con el que
logró su boleto a Churchill Downs, ganando el Santa Anita Derby hace
casi un mes.   
No obstante, el caballo con el que más está identificado el
hidalguense es American Pharoah. Montándolo en 2015, Espinoza triunfó en
el Kentucky Derby, Preakness Stakes y Belmont Stakes para conquistar la
primera Triple Corona desde 1978 y de paso también se convirtió en el
primer jockey latino en la historia en lograr dicha hazaña.
  
En
cuanto a sus expectativas con Gormley, Espinoza contó que es un caballo
diferente a American Pharoah y a los demás con los que ha sobresalido
en el Kentucky Derby. Sin embargo, es uno que también tiene mucho
potencial. 
“Es pequeño y todavía va aprendiendo. No ha
madurado tan rápido como los otros caballos [de tres años] que he
montado”, expresó.  “Está tomando más tiempo, pero creo que está en
buena posición y condición. Es uno de los mejores caballos de [este
Kentucky Derby]. Ojalá y corra como ha estado corriendo”, indicó.
Hablando
de que se necesita para poder tener éxito con cualquier caballo
independientemente de sus aptitudes físicas, el jockey reveló que la
clave es la química pues en la pista él y su pura sangre tienen que
moverse como equipo.   
   
“Si no la hay…nunca va a
funcionar. Hay caballos que nunca te puedes conectar con ellos. Tú
quieres hacer una cosa, ellos quieren hacer otra, y ya cuando se
deciden, la carrera se terminó”, indicó. “Ha habido veces que por esta
razón no he querido montar [a ciertos caballos], pero con otros jinetes
sí se han acomodado bien y corren mejor, todo tiene su técnica”. 
La discriminación lo ha impulsado 
Con
más de 193 millones de dólares cosechados en premios en los 24 años que
lleva corriendo caballos en EE.UU., la historia de Espinoza es una más
que resalta la experiencia inmigrante en este país. Y como muchos
inmigrantes, el jinete también ha vivido de primera mano lo que es la
discriminación, algo que sigue experimentado.
“He ido a
restaurantes y me han servido dos o tres horas después que todo el
mundo. Llegan todos los ‘gabachos’ y les sirven a ellos; a uno hasta que
se les de la gana, pero he tenido paciencia”, confesó. “Cada carrera
tengo que hablar como dueños y entrenadores de diferentes
nacionalidades, y pues hay unos que te van a poner una mala cara [por el
color de tu piel]”.   
El jinete señaló que en estas
situaciones incomodas jamás se ha enojado; simplemente no les ha dado
mayor importancia ya que siempre recuerda porqué llegó a este país hace
27 años.  
“Uno siendo mexicano, latino se va a enfrentar
con muchas cosas inesperadas y en el momento menos esperado, pero yo
nunca he hecho caso a eso, uno sigue adelante”, exclamó. “Vengo aquí a
trabajar y a sobrevivir. Sí uno se deja llevar por [la discriminación],
va a salir perdiendo. A uno como latino lo van a poner por el piso, pero
nunca pararé de trabajar”, expresó.
Algo que sí reconoce
Espinoza que al final de cuentas, las personas que lo han discriminado,
han tendido mucho que ver en su éxito.
“Ha habido mucha
gente que ha hablado mal de mí, que nunca me ha querido. Pero son los
que me hacen ser mejor porque les demuestro que soy mejor que ellos”,
subrayó.
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