Por Antonio José Medina
Van dos semanas del retorno de las carreras de caballos en Venezuela, y es ineludible mencionar que nuestro país es netamente hípico. No bastó el anuncio y las opciones de ver las carreras por la televisión y otras plataformas, además, de las apuestas online; para revalidar que más allá del espectáculo, es una industria necesaria para Venezuela.
Con todo y las restricciones por la pandemia y cuarentena, se han respetado los protocolos sanitarios y aunque muchos no reconozcan, debemos resaltar el trabajo de Antonio Álvarez y del INH por sacar adelante el deporte hípico.
A mí, la política me repugna. Creo que detrás de ella y a lo largo de la historia, se esconden falsedades e hipocresías. Y lo digo con propiedad por mi trabajo como reportero. Siempre he apostado por el hipismo, como industria y como deporte.
En estas dos semanas, debemos reconocer el apoyo mancomunado de todos los trabajadores del INH, gremios, empresas y los diferentes medios de comunicación que han divulgado todos los sistemas nuevos que se han implementado para el retorno de las carreras.
Vean ustedes el 5y6 como se eleva en su monto jugado. A la par de las transmisiones de las carreras en señal abierta: televisión, radio y redes sociales. Eso hay que reconocerlo. Un gran aporte. Es la pasión de todos.
Hay muchos temas que se tienen que mejorar, por supuesto. Hay errores, claro. Pero, hay un clima de odio y ofensas que traba y perjudica marcadamente a la industria. Apartemos la política y aportemos por nuestro hipismo.
Debemos mantener el respeto. Que existan debates de altura. Sabemos de la crisis que estamos viviendo y más con esta pandemia. Muchos países cojean en su economía. Los venezolanos, ufff, somos fuertes corriendo en velocidad, intermedio y de atrás. Hemos aguantado, pero también hemos salido a trabajar duro por el bienestar de nuestras familias y por esta industria que, gracias a Dios, sigue abriendo sus puertas para generar más empleos.
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