Still Alive, yegua que fue retirada en la novena carrera del pasado 27 de agosto en el hipódromo de Santa Rita, resultó positiva con el medicamento derivado promacínico, informó ayer a doctora Martha Sánchez, directora de Toxicología del INH.
El derivado promacinico es un tranquilizante prohibido en el Reglamento Nacional de Carreras. Ahora, J.D. Hernández, entrenador de Still Alive, cumplirá una sanción.
La acepromazina es un agente neuroléptico perteneciente al grupo de las fenotiazinas.
Tiene una acción sedante por depresión del tallo y de la corteza cerebral. Las respuestas motoras coordinadas del animal no se afectan en forma apreciable. Al utilizarlo como premedicación contribuye a una recuperación tranquila.
La acepromazina puede provocar una depresión de la frecuencia y volumen respiratorio, sin embargo, no se originan alteraciones significativas en la presión de oxígeno, dióxido de carbono, pH, y en la saturación de oxihemoglobina. Generalmente, a nivel clínico, tiene poco efecto sobre la actividad respiratoria. De producirse un cuadro de hipotensión, la frecuencia respiratoria aumentará de forma refleja debido a una disminución de la actividad de los barorreceptores aórticos y carotideos.
Además de producir un descenso de la presión sanguínea arterial. La acepromazina provoca un incremento de la presión venosa central y posee un efecto bradicardizante. La bradicardia puede ser contrarrestada debido al reflejo taquicardizante secundario a la disminución de la presión arterial.
El derivado promacinico es un tranquilizante prohibido en el Reglamento Nacional de Carreras. Ahora, J.D. Hernández, entrenador de Still Alive, cumplirá una sanción.
La acepromazina es un agente neuroléptico perteneciente al grupo de las fenotiazinas.
Tiene una acción sedante por depresión del tallo y de la corteza cerebral. Las respuestas motoras coordinadas del animal no se afectan en forma apreciable. Al utilizarlo como premedicación contribuye a una recuperación tranquila.
La acepromazina puede provocar una depresión de la frecuencia y volumen respiratorio, sin embargo, no se originan alteraciones significativas en la presión de oxígeno, dióxido de carbono, pH, y en la saturación de oxihemoglobina. Generalmente, a nivel clínico, tiene poco efecto sobre la actividad respiratoria. De producirse un cuadro de hipotensión, la frecuencia respiratoria aumentará de forma refleja debido a una disminución de la actividad de los barorreceptores aórticos y carotideos.
Además de producir un descenso de la presión sanguínea arterial. La acepromazina provoca un incremento de la presión venosa central y posee un efecto bradicardizante. La bradicardia puede ser contrarrestada debido al reflejo taquicardizante secundario a la disminución de la presión arterial.