Por Manuel Ortega Chacón
La historia hípica venezolana registra por la década de los 40, a Esteban Ballesté como el primer narrador hípico en relatar desde un hipódromo. En La descripción de carreras de caballos desde sus inicios, predominó el estilo del hipismo sureño y así se dieron los primeros pasos para narrar.
Con el transcurrir del tiempo, la narración hípica venezolana y por razones culturales adquirió identidad propia, es decir, se pasó de la solemnidad del vetusto modo sureño, a la alegría. A la narración se le imprimió emoción, momentos en que la región caribeña se veía influenciada musicalmente, en su género se produjo la fusión de los alegres y diversos ritmos latinos, originándose un ritmo único, la Salsa. Si bien lo dijo, el gran escritor colombiano Gabriel García Márquez al expresar, que el Caribe daba una alegría especial a sus habitantes, los hace más extrovertidos, más expresivos, sin duda, eso ocurrió en el relato hípico.
Muchos narradores hípicos aportaron con su labor a la actividad, son ellos: Juan Francisco Rodríguez “Don Fulgencio” (+), Eloy Pérez Alfonzo “Mr. Chips” (+), Luis Placido Pisarello (+), entre otros.
Sin temor a equivocarnos, siempre hemos aseverado que la historia de la narración hípica en Venezuela se divide en dos, tiene un antes y un después, con relación a la figura de Virgilio Decan “Ali Khan”, quien creó un estilo alegre, cargado de emoción de manera única, muy versátil, dejando un invalorable legado en la narración, el cual ha servido de referencia a todos los narradores del país de generación en generación. A raíz de esto, surgieron grandes y destacadas figuras: Blas Federico Jiménez (+), Héctor Alonzo Rivas “El Auténtico”, Gustavo Ríos, Andor Tarkani, José Arturo Sulbaran Briceño, Omar Khayyam, Carlos Alberto Arteaga, Alexis Guanchez (+), Víctor Murillo, Jorge y Eric Pignoloni, Lester Rivas, etc.
Inexorablemente el tiempo ha pasado, han surgido otros nuevos narradores, la mayoría están demostrando su talento fuera del país, es el caso de Yhonatan Criollo, Jorgenys Martinez, Jean Carlos Urdaneta, Darwin Vizcaya, Pedro Casella, etc.
Consecuencia de la diáspora venezolana, producto de lo que todos conocemos, se ha creado una notable ausencia de relatores, pero en la actualidad hemos visto con beneplácito, como se han preocupado en darle la oportunidad desde La Rinconada, en Caracas, a otra generación de noveles narradores, es el caso de Jhan Carlos Magallanes y Jesús Eduardo García, dos grandes promesas de la narración hípica.
Jesús Eduardo García. Nació en Porlamar, Isla de Margarita, el 10 de Julio de 1990, tiene 30 años de edad, es Estudiante de Comunicación Social de la Universidad Católica de Santa Rosa, UCSAR. Actualmente radicado en Caracas. Admira a Lester Rivas y a Alexis Guanchez (+).
Jhan Carlos Magallanes. Nació en Caracas, el 27 de Octubre de 2002. Es el más joven cuenta con apenas 18 años de edad, cursa estudios de Comunicación Social también en la Universidad Católica Santa Rosa. Es admirador de Andor Tarkani y Lester Rivas.
Jesús y Jhan, ambos tienen un compromiso titánico en el difícil arte de narrar carreras de caballos, por la extraordinaria tarea que cumplieron y aun cumplen sus antecesores. Son los responsables a futuro, en hacernos levantar de los asientos. Nuestro mejor consejo desde estas humildes líneas, es la buena lectura, el respeto al público y la seriedad como norte. Sigan adelante muchachos, el futuro les pertenece. Éxitos a los dos.
Acerca del autor
Excelente Manuel, en efecto son dos verdaderas promesas de la narración, además muy buenas personas…