Don Juan Tenorio, uno de sus mejores purasangre (Foto Diario Líder) |
En efecto, Armando Rodríguez, dueño de ejemplares de la talla de Don Juan Tenorio, Guadalquivir, entre otros; envió esta semana una misiva a la comunidad hípica nacional para plasmar sus ideas y posición sobre los problemas que aquejan a la referida actividad venezolana. Por ello, presentamos textualmente su carta.
“Nos servimos de este espacio para expresar nuestra preocupación e indignación por los graves hechos que vienen afectando a nuestro hipismo en los últimos tiempos y que amenazan con acabar a la actividad hípica de raíz.
Primeramente, queremos hacer referencia al cierre arbitrario del Haras San Isidro (bajo la gura del “rescate” que es el nuevo modus operandi que se usa para expropiar bienes sin pagar a sus dueños cuando en realidad el procedimiento se debería llamar “con scación”) situación que se llevó a cabo en una acción forajida y muy característica de este gobierno después de múltiples avisos o ciales y ante la mirada temerosa y sobretodo silente de la totalidad de gremios que hacemos vida en el medio hípico que en lugar de buscar la unión
para defender al “San Isidro” y sembrar precedentes para acciones futuras preferimos callar, bajar la cabeza y seguir la actitud mediocre y sobretodo cobarde de: “mientras no toquen mis intereses… dejar hacer, dejar pasar” grave error porque hoy fue contra el “San Isidro” pero mañana será en contra de quienes callamos. Y nos preguntamos ¿será que algún sector le convenía que desapareciera el mejor haras de este país en la última década? Pues si pensaban de esta manera sepan que ese silencio nos costará mucho a todos en el futuro.
Amigos Hípicos (Propietarios, Entrenadores, Jinetes, Criadores y Trabajadores) que directa o indirectamente se sustentan de esta actividad y a ccionados, pongamos alerta porque este puede ser el principio de un n anunciado. Una forma fácil y poco traumática de acabar con la industria hípica es limitando o eliminando de
fondo a la materia prima, que en el caso que nos ocupa lo son la cría y desarrollo de la raza caballar
de puros de carrera y máxime teniendo en cuenta que en los hipódromos nacionales no se permite el que corran ejemplares importados (grave error y hecho que no tiene similitud con ningún país del mundo en donde se desarrolle la actividad hípica). Sin haras el hipismo perece, se extingue porque a medida que los caballos aptos para correr mermen en esta condición no tienen relevos en su actividad.
Hacemos llegar al buen amigo Don Amin Saiden, su familia, al Dr. Luis Sifontes, al Catire Camacaro y a todos los trabajadores y sus familias, que esta medida los deja sin su sustento, nuestra palabra de solidaridad y apoyo.
En otro orden de ideas es extremadamente necesario volver nuestra atención al deterioro que reina en nuestros hipódromos nacionales y no solo deterioro físico, estructural u organizativo sino al moral y al de los principios, esas prácticas vandálicas que atentan contra la vida de nuestros caballos, protagonista inocente de un medio que lo carcome la desidia, deben cesar y sus autores intelectuales y materiales deben ser detenidos y sobre ellos caer todo el peso de la ley de los Humanos porque el de la ley Divina ya hay alguien que por ahí los espera para presentarle sus facturas pendientes y no sólo son estos desalmados quienes deberán pagar sus culpas ya que este problema tiene dos caras mas, una es la de aquellos caballos malogrados por personas
“allegadas a sus cuadras” y otros ejemplares afectados por uso, mal uso y abuso de sustancias que utilizan sus cuidadores con el n de mejorar el rendimiento en carrera y que lo hacen sin intención de malograrlos, pero que al ser usados y no poseer los conocimientos mínimos de las consecuencias y efectos de dichos productos derivan en resultados no deseados.
Un apartado especial para referirnos a otro grave problema y es el de las grandes cantidades de dinero que se juegan sin supervisión alguna por parte de los organismos llamados a scalizar dichas actividades tanto en los centros de juegos legales y otros que adolecen de dicha legalidad ya que estos espacios son usados como intermediarios y así no ser identi cados algunos tipos de personas cuyo único valor moral es el dinero y por conseguirlo son capaces de muchas cosas… a buen entendedor…
Amigos Hípicos somos muchos y debemos hacernos oír, llegó la hora de perseguir un interés común: la continuidad de la actividad hípica.
El miedo solo nos llevará a tomar malas decisiones, permítame citar a Benjamin Franklin: “ O luchamos unidos o nos ahorcarán por separado”, caminemos juntos, como dice al cierre de sus columnas un buen amigo “Vamos a darle una mano al hipismo”. Hagámonos sentir o pronto será demasiado tarde”.
Armando Rodríguez
Propietarios de ejemplares purasangre
Hipódromo La Rinconada